
(Continuación de la entrada anterior)
En la dehesa de Revilla, a la que hemos llegado por la cañada de Medina del Campo, comenzamos nuestra andadura por esta nueva cañada -la occidental soriana- poniendo rumbo al este. En estos primeros metros discurre aprovechando una fuerte ladera. Arriba, al norte, la dehesa y sus corrales, al sur praderíos con árboles aislados. Poco después, el monte se cierra entre viejas encinas. De todas formas, en las zonas húmedas abundan los grandes fresnos. Rodamos entre pequeños rebaños de vacuno.

Aspecto de la cañada
Pequeñas subidas y bajadas nos llevan hasta el río Margañán, que ya conocíamos. Sus riberas son espesas y frescas. De repente, unos metros más arriba, un perfecto y pequeño puente de piedra, con su arco de medio punto salva limpiamente el río. Es estrecho, tan estrecho que no podría pasar un carro normal. Una maravilla perdida en la dehesa.

Río Margañán
Y de nuevo a subir. Ahora los vallados están a la izquierda. También vemos algunos corrales o encerraderos, lo que parece un tentadero, naves. Seguimos subiendo y el paisaje se abre detrás de nosotros. Me acerco a una charca: tres jabalíes con un montón de rayones están jugando en la orilla. Como les he visto de lejos, me voy aunque no me digan nada, como los mastines. Nunca sabes cuál es su verdadera voluntad, así que mejor no molestar.
Otra charca, ésta a la derecha de la cañada. Un galápago que toma el sol se zambulle en cuanto me ve. Por lo demás, paz.

Sigo subiendo. A lo largo de esta cañada, voy abriendo y cerrando las puertas de los prados que se aprovechan en la misma cañada, en los que pasta el ganado. Al fondo veo un rebaño numeroso de avileñas. Seguro que no pasa nada, pienso para animarme. Cuando ya estoy más cerca, me miran y ¡TODAS VIENEN A POR MI! ¡No puede ser! Mantengo la calma. Las primeras se paran a pocos metros, las otras detrás, y no me pierden ojo. ¡Ufff, venían en son de curiosidad! (pienso) y no de guerra. Sigo adelante andando con la bici de la mano, abro la última puerta de ganado, cierro, y, ahora sí, ahora ¡me siento seguro!

Una de las charcas
Un kilómetro y medio más y estamos en Hurtumpascual, que atravesamos por la llamada, precisamente calle del Cordel. Nos llama la atención, primero, un puente de piedra construido con grandes lajas de granito, lo cual es tradicional por aquí y, a su lado, una preciosa fuente de piedra, con reja, de tipo romano. Y también la iglesia de la Natividad, que está la mitad en ruinas y la otra mitad en activo. Los de Hurtum– que suena raro, parece que hace referencia a Fortún. Lo de Pascual ya no es tan raro.
La cañada nos lleva por la carretera que han construido sobre ella hasta Viniegra de la Sierra, desde donde toma dirección hacia Muñico. De Viniegra a Blascojimeno y de éste a la ermita de nuestra Señora del Espino y, enseguida, estamos en Gallegos de Sobrinos. Son pueblos serranos, donde se construye con buen granito.

Fuente en Hurtumpascual
Nos despedimos definitivamente de las cañadas para pasar a caminos y calzadas que nos llevarán hasta Mancera de Arriba. Va a ser un viaje muy cómodo, a pesar del viento en contra, pues todo será bajada. Pasamos por dehesas, corrales, sembrados, riberas. Es un valle que se va abriendo hacia la llanura que se ve al fondo y en la que sobresale, todavía diminuto, el descomunal silo de Peñaranda. Sigue abundando el vacuno, y también pudimos ver un rebaño todo él de ovejas negras (!)
Tomamos al fin la calzada del Puerto que nos conduce hasta Mancera de Arriba, donde descubrimos otro tradicional puente de lajas sobre el río Navazamplón. Ya sólo nos queda un último tramo, de algo más de 6 km, siguiendo este río que posee abundantes choperas en las riberas. Y entramos en Mancera de Abajo justo por el convento de las Carmelitas que tiene enfrente el palacio de los marqueses y, un poco más abajo, una fuente y un molino restaurado, al menos por el exterior. ¿Qué más se puede pedir? Bueno, luego nos acercamos a contemplar su iglesia parroquial.

En Mancera de Arriba
¡Precioso viaje por estas tierras de Ávila y Salamanca! El trayecto seguido puede verse en la entrada anterior.