
Además del manantial de Argales, nos quedan en Valladolid otras fuentes que todavía manan.

Quizá la más curiosa y llamativa sea la fuente de Dios, en la calle Martín Santos de Parquesol: es nueva, ha surgido en una urbanización gracias al desmonte previo. Da un chorro generoso, suele formarse cola para llenar garrafas y el agua es estupenda. Y está en plena calle. Claro que el entorno de la fuente no es nada bucólico, pero no se puede pedir todo. Una placa da gracias a Dios por el agua y a Juan por hacer la fuente. Una fuente natural… ¡de hoy!

Pero también hemos de dar gracias a los Amigos del Pisuerga porque hasta la fecha han recuperado al menos dos fuentes. En el barrio del 4 de Marzo, orilla izquierda, junto al puente de la División Azul se encuentra la vieja fuente del Río de Olmos o de San Francisco, porque junto ella se levantó el primer convento franciscano en Valladolid. Abrazada por la hiedra, esta sí es bucólica a la par que simpática. Además, desde el mismo río se halla señalada por una cruz franciscana. Los vecinos del 4 de Marzo la miman y cuidan, y los salvajes del botellón la destrozan todas las semanas. ¿Quién ganará? Ya sobrevivió a la escombrera que la tapó con la construcción del barrio. El agua es muy buena.

En la misma orilla, entre la pasarela y el puente de Juan de Austria tenemos otro manantial, también recuperado por los Amigos. Le podemos señalar como fuente de la Pasarela o de la Hípica, pues no conocemos su nombre, si es que lo tiene. Nos ha dado la impresión de que es la única fuente cuya agua no es buena.

¿Quién no conoce la fuente el Sol en la cuesta de la Maruquesa? Cuatro hermosos caños, cuatro, un sol en el frontis, abundante arbolado y una amplia pradera con sombra completan el paisaje que, además, es lugar de paseo y esparcimiento para los vallisoletanos. Siguiendo por la senda paralela a la carretera que conduce al paramillo, vemos una fuentecilla –rústica y de un caño- que complementa a la anterior. (Conocida como fuente de la Teja; ver abajo el cometario de Javi, que amplia la historia de la fuente el Sol) .

La fuente del Cabildo mana con fuerza en la orilla derecha del Pisuerga, junto al puente del mismo nombre. Su agua también suele llenar garrafas. Casi enfrente, junto a la caída de la Esgueva, por la derecha, brota de la peña un manantial. Parece que alguien lo cuida: hay macetas e incluso una gruta ¿será un ermitaño? No tiene sentido gastar tantos esfuerzos en el parque Ribera de Castilla y en la desviación de la Esgueva para luego dar esquinazo a esta pequeña joya…

La fuente la Mora está detrás de las instalaciones deportivas que la Universidad posee en la carretera de Renedo. Se encuentra en la misma sirga del Canal del Duero, debajo de su nivel, y cuenta con densa vegetación y un rústico merendero. Los alrededores están sucios, pero manos amigas velan para mantener digna la fuente, lo que se agradece.

La Overuela tiene también su fuente, en un simpático soto entre el río y la calle Arrabal. Tres chorros que salen de un monolito y no suelen secarse mantienen una milenaria tradición.

Pero si hablamos de tradición, ninguna tendrá tanta como la fuente de la Plata, en el soto de Medinilla. Seguro que fue usada por los habitantes de este soto ya en los años 1000-500 a. C., pues se localiza junto al pago de los Cenizales. Mana en la ribera, rodeada de negrillos y zarzamoras, a la vera del camino. Y se nota que ha estado muy bien cuidada hasta casi ayer. ¿Qué pasará con ella a partir de ahora? Precioso lugar si no fuera por el vertedero neumáticos cercano.
Estas son, prácticamente, las fuentes que nos quedan en Valladolid, aquel vallis tollitum, atolladero, valle de aguas, que tantos ríos, esguevas, manantiales, charcas y pozos tuvo… en otro tiempo.

Después de escrita esta entrada, hemos descubierto la fuente de la Bambilla.
NOTA sobre el mapa
No pretendemos ser exhaustivos ni hacer un trabajo científico sobre cada fuente; sólo pretendemos divulgarlas. Sí agradeceríamos cualquier noticia, dato o sugerencia, sobre estas u otras fuentes a fin de completar lo realizado. También animamos a quien corresponda a recuperar nuestros viejos manantiales. ¿Quién mejor que asociaciones como Amigos del Pisuerga con la ayuda financiera de administraciones, empresas y particulares?