Río Pirón

Este pequeño río, de 88 kilómetros de recorrido y 250 hectómetros cúbicos de aportación media al año, nace en la sierra de Guadarrama y muere en el Cega, entre los términos municipales de Íscar y Cogeces de Íscar, en un lugar un tanto perdido denominado la Huelga del Señor.

Aunque sea pequeño, nosotros hemos lidiado con él en más de una ocasión; por ejemplo, hace tres años nos impidió culminar una excursión… Esta vez pudimos superar uno de sus vados y sortear otros dos más. Y, lo que es más importante, lo vimos –casi por primera vez- joven y limpio, como un verdadero río de montaña aún no contaminado.

Así, recorrimos una pequeña parte de su cauce a unos 15 o 20 kilómetros de las cimas del Guadarrama. Aún son tierras relativamente llanas, dedicadas al cereal –y a engordar cerdos, que todo hay que decirlo- que conforme se acercan al cauce se van trasformando en dehesa y monte; el Pirón discurre por un valle donde produce verdes praderas y bosques de chopos y fresnos, que cae entre cortados y laderas muy inclinadas. Fluye describiendo meandros, ondeando  algas y ovas –en este tiempo incluso floridas de pequeños nenúfares- que se dejan acariciar por las aguas cristalinas sobre fondos de enormes cantos rodados… Cualquiera que lo ve piensa que es un auténtico río truchero. No obstante, seguro que sufre serios estiajes en veranos calurosos. Bueno, que nos sorprendió con un auténtico paraíso.

Además pudimos ver curiosos parajes en los que se mezcla la mano del hombre con la de la naturaleza de manera perfecta: así, el puente de las Covatillas, que salva el Pirón mediante dos limpios arcos de medio punto, o el molino del mismo nombre, que debió desarrollar una inusitada actividad en ese valle. También, la peculiar ermita rupestre de Santiaguito, que cierra una amplia oquedad en un cortado, acompañada de un sinnúmero de cuevas menores que seguramente fueron eremitorios. Una leyenda cuenta su origen en tiempos de la Reconquista.

Empotrada en la pared, la ermita

También nos sorprendió en Peñarrubias la ermita de la Virgen de la Octava, que domina desde un alto buena parte del valle. Al menos al exterior, se encuentra perfectamente cuidada; aunque de aspecto sencillo, al llegar a ella deslumbra su portada: en los capitales de las columnas que sostienen uno de los arcos se han esculpido altorrelieves vegetales que no se sabe cómo han sobrevivido a los siglos, tan a la intemperie, y un tejaroz protege la portada sostenido por canecillos… Una verdadera joya.

La Octava

Sin embargo, de la ermita de la Virgen de Agejas, en Cabañas de Polendos, sólo conserva la espadaña y tres paredes en total ruina. El lugar, eso sí, no puede ser más encantador.

Nos acercamos al humilde río Polendos, que fluye al Pirón; al rodar por el interfluvio de este río con el Pirón –y en otros muchos momentos de la excursión- tuvimos ante nuestros ojos la imponente vista de la sierra: la Mujer Muerta, el Montón de Trigo, Sietepicos, la Bola del Mundo… y, más al este, Somosierra. Y eso que el día estuvo gris, sin sol, además de frío para la época del año en la que nos movemos…

Fresnos mochos

Otros paisajes dignos de mencionar fueron las pequeñas dehesas de fresnos mochos en Cabañas; en general, abundan los fresnos y chopos mochos en la comarca. Su figura es muy diferente a la del árbol normal.

Casi enfrente de la ermita de Santiaguito está la cueva de la Vaquera, una amplia oquedad en la pared de la orilla derecha, bien protegida por arbolado. Es, tal vez, la cueva más accesible entra las muchas que pudimos ver en las paredes de cañón de este río.

La Vaquera desde dentro

En fin, todo esto –y mucho más que no hemos contado y se puede suponer- nos deparó la excursión por estas riberas del Pirón. Aquí tenéis el recorrido, de unos 32 km.

Autor: piscatorem

Los autores de este blog somos Federico Sanz (textos, fotos) y Óscar Domínguez (mapas, documentación). Tenemos escritos 7 libros de viajes y rutas, y un montón de artículos en diferentes revistas. Además, seguimos saliendo en bici todas las semanas. Si quieres, estas invitad@.

Un comentario en “Río Pirón”

  1. El Río Pirón riega algunos árboles de gran porte. De hecho en su ribera yo he localizado algunos piñoneros de considerables dimensiones, como el fácilmente localizable Pino Gordo de Samboal. Qué bonito está. Muchas gracias por el reportaje.

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