Cuando pienso que me conozco perfectamente esta provincia, descubro paisajes nuevos. Fue lo que me ocurrió ayer, primero de mayo.
Nos fuimos a dar un paseo por los confines de Tierra de Campos –Villavellid, San Pedro de Latarce, Villardefrades– pensando ver un paisaje primaveral en esta tierra que normalmente es amarilla o marrón. Y descubrimos un inesperado y –para nosotros- nuevo valle.
Efectivamente, después de salir de Castromembibre hacia el sur, torcer hacia la izquierda y cruzar la carretera de Vezdemarbán a San Pedro, nos fuimos introduciendo poco a poco en un llamativo vallejo con abundante vegetación que bajaba y bajaba –en Tierra de Campos no se suele bajar así, de repente y sin aviso- conduciéndonos hasta… ¡un amplio valle!, del Sequillo.
Quien piense que el Sequillo es una zanja entre tierras de labor, que vaya cambiando de opinión. Lo será en Rioseco, o en Tordehumos. Aquí es un agradable río que discurre por un precioso y abierto valle.
Prados donde pastan ovejas, pinarillos, bosquetes de chopos y álamos, árboles frutales, zarzales floridos… así es, aquí, este oculto y desconocido valle del Sequillo. Además, como estamos a primeros de mayo, todo se mostraba de un verde exuberante.
Creo que nos está esperando de nuevo.
A muy pocos kilómetros aguas arriba se encuentra San Pedro de Latarce, con los restos de los que fueron un enorme castillo y un molino de barro sobre el Sequillo, entre otras posibilidades.
Bueno, Fico!! Me alegro de que haya salido el blog. Tiene muy, muy buena pinta. Y con los enlaces viene perfecto para tomar nota de rutas. Eso sí, las fotos son todas de cielo azul, pero hace tiempo que no para de llover y de grisear el cielo…
me encanto la descripcion desequillo …
felicitaciones, muy hermosas fotos