España fue romana durante muchos siglos. Puede decirse que lo fue, al menos, hasta la entrada de los árabes en el año 711, pero también podemos afirmar que incluso hoy mismo lo sigue siendo, pues hablamos un latín llamado castellano, o gallego, o catalán, y hemos heredado ese espíritu práctico propio de occidente que, en realidad, es romano. La zona de Valladolid –vaccea- es conquistada para Roma durante el siglo I a.C. y permanece romana hasta la llegada de los Visigodos en el siglo VI, e incluso después, pues convivieron hispano romanos e hispano godos.
Por eso, a pesar del tiempo transcurrido desde entonces, los restos de aquella época que aparecen en la provincia son especialmente abundantes. Solamente en el páramo de los Torozos escasean, tal vez porque estaba cubierto de una espesa capa de bosque que no le hacía demasiado habitable.

No había grandes ciudades –las más próximas eran Clunia, Coca y Astorga- pero sí hubo algunas de pequeño o medio tamaño: ahí están Pintia, Nivaria (¿en Sieteiglesias –Matapozuelos- luego trasladada a Alcazarén?), Amallóbriga (junto a la ermita de Tiedra Vieja), Intercatia (se cree que estuvo en Aguilar o Montealegre, o tal vez en Bolaños de Campos o Paredes de Nava), Tela (Montealegre) Simancas, Aullóbriga (cerca de Torrelobatón). Con menos seguridad se citan Moeóbriga (Mayorga), Sarabris (cerca de Medina del Campo) y Porta Augusta (Portillo). Simancas y Amallóbriga debían de ser especialmente importantes, pues en ellas convergían varias calzadas. Además, Simancas es la ciudad prerromana que ha permanecido habitada hasta nuestros días, con el paréntesis de siglo y medio en el yermo del Duero, durante la Reconquista.

Puentes tuvo que haber en muchos ríos y arroyos. Pero el único que ha permanecido hasta hoy sin excesivas renovaciones es el de Becilla en el río Valderaduey. Se conserva también parte de la calzada a la que servía, aunque no estaba en una ruta frecuentada. Hubo puentes al menos en Simancas, Puente Duero, Cabezón, Sieteiglesias (Matapozuelos), Valdestillas.
Muy abundantes fueron en nuestros campos las Villae, distribuidas por toda la provincia. Ejemplo de ellas son la de Villa de Prado, en nuestra Ciudad, y la de Almenara-Puras.

Curiosas y abundantes son las fuentes denominadas romanas que bien pueden proceder de aquella época, pues las encontramos precisamente junto a yacimientos romanos y tienen todas el mismo estilo. Podemos citar, entre otras, la fuente de Santiago, en una pradera con alameda cerca de Ceinos de Campos, la fuente de la Ermita en Gordaliza de la Loma, o Los Villares en Castromembibre, estas dos últimas en lugares parecidos a la de Ceinos. También, la fuente de Villavellid, la fuente Tejar en Tordehumos, la del Bosque en Cabezón de Pisuerga, la de Antagüeros en Tiedra, el Caño de Palazuelo de Vedija, la de Mucientes o la de los Ceniceros en Padilla de Duero. La verdad es que son muchas las que han llegado hasta nuestros días, porque siempre fue la manera normal de abastecerse del líquido elemento. Salvo ahora, razón por la que mueren tantas fuentes.

Finalmente, sabemos que hubo un castellum en el pico Muedra, junto a San Martín de Valvení. Y, como curiosidad, junto a la iglesia de la Antigua (al lado de donde se pensaba construir el aparcamiento) se han encontrado restos de un hipocaustium, antecesor de nuestra gloria castellana, de una vivienda romana. Se ha mantenido perfectamente al estar junto a la iglesia, por lo que el urbanismo de la ciudad apenas le ha afectado. Es el único resto romano en el casco urbano de la ciudad, además de la villa citada arriba.
Esto no es más que un apunte para saber, en nuestros paseos en bici, dónde quedan los restos romanos más importantes. Aunque seguro que dentro de unos cuantos años el mapa que ofrecemos ha cambiado notablemente debido a nuevos descubrimientos.

***
En nuestra última salida, hace una semana, pasamos por Villagonzalo de Coca, cerca de Puras, y vimos sobre el pilar de la fuente del Caño un capitel tardorromano en posición invertida. De buen tamaño, en mármol blanco, con los relieves desgastados y muy similar al utilizado –éste vaciado-, en Santa María de Wamba como pila de agua bendita. Estando Coca tan cerca, lo más lógico es que sea efectivamente romano, como romano tardío (siglos V-VI) es el de Wamba, donde se sabe que hay restos de esa época bajo la iglesia.

Para saber más, se puede consultar Arqueología Romana, de T. Mañanes, en la Biblioteca Básica de Valladolid, de la Diputación P.