Manantiales y molinos que fueron en Mota del Marqués

Vamos a dar un paseo por los alrededores de Mota del Marqués, comarca llena de historia y de preciosos paisajes, que tiene mucho más pasado que presente, como iremos viendo. Pero eso significa también que, aun siendo un poco triste porque el pasado no volverá, es una comarca llena de contenidos y significados, ideal para acercarse a ella y conocer un poco, sólo un poco, de lo que antaño fuimos, de lo que fueron Castilla y León. Y lo cierto es que aquí sí podemos hablar propiamente, como también veremos, de Castilla y de León, pues nuestra Comunidad Autónoma no deja de ser un invento de ayer.

Cerca de la fuente de don Juan

Salimos de Mota por la vereda de las Carreteras de Palencia. Dejamos a un lado el castillo sobre su mota y al otro lado un campo de fútbol en el que se ha dejado crecer mala hierba. ¿Es que ni este deporte tiene por estos lares futuro? Hacia el sur, cuestas y colinas; hacia el norte, nos vamos acercando al páramo. Pasamos por donde estuvo una fuente de los Caños; mas tarde la vereda se introduce entre los pliegues del páramo, donde buscamos la fuente de Don Juan. Pero no vemos mas que los restos de una arqueta alta, de piedra en la base, de ladrillo el resto, que estuvo techada. Seca por completo. Sin embargo el paraje no puede ser más agradable, con abundantes juncos, arbustos y pinos en las cuestas.

Subimos hasta el vértice de los Almusinos para bajar de nuevo unos metros de ladera hasta el manantial de Valcavado que, igualmente, está seco. Al menos el paisaje que mira en dirección este merece la pena, deshaciéndose el páramo hacia Toro en las ya conocidas cuestas y colinas.

Los Almusinos

De nuevo avanzamos hasta donde manaba la fuente de Olmos. ¿Para qué seguir? Sí, también hay junqueras y majuelas pero no hay agua por ninguna parte. Una buena alameda nos separa de Adalia, a un tiro de piedra. Y cruzando el páramo de los Almusinos de sur a norte, bajamos, sin llegar a entrar, a San Cebrián de Mazote. Sólo una valla baja nos separa de buenas higueras y otros frutales.

Buscamos la fuente de las Cuatro Iguadas, con el resultado habitual. Nos consuelan las alamedas del Bajoz y sus altos y esbeltos chopos. El páramo nos muestra sus alturas, aquí casi verticales, al contrario que en la zona de Mota. Seguimos el río pero cruzamos por la senda de la Portilla, entre tesos, para bajar de nuevo al río por el prado de Villamor, convertido a estas alturas del siglo XXI en tierra de cultivo.

Chopos del Bajoz

Por aquí se levantó Villamor, hoy despoblado. Quedan restos de un molino: la balsa forma una extraña figura, como de jamón, para aprovechar mejor el terreno. Vemos el eje que trasmitía el movimiento a la piedra volandera clavado en la sala de trabajo y apareciendo en la cárcava. Ventanas y ventanucos de cuento de hadas. Basura -¡qué pena!- y matas de negrillo. Y, lo que es la vida: en el Boletín O. de la Provincia de 16 de diciembre de 2016 (hoy mismo, como quien dice) se publica una información sobre extinción del derecho de aprovechamiento de aguas del Bajoz para fuerza motriz, molino de Villamor, con un caudal máximo de 400 l/s a favor del Sr. Marqués de Viesca. Curioso, ¿no? ¿Hace cuantos siglos se paró el molino? ¡Cómo nos gusta a los hispanos el papeleo y la burocracia! Que esté en ruina y sea un basurero es lo de menos. O que el Bajoz esté seco, como está. [El último Marqués de la Mota fue el de Viescas; antes lo fue Rodrigo de Ulloa, Contador de los Reyes Católicos; antes de ser Marqués Rodrigo fue la Mota de Toro y antes Santibáñez de la Mota. O sea, la Mota no se ha movido y ahí sigue, impertérrita]

Ventanuco del molino

Pero no solamente queda el molino arruinado. También, en la otra orilla del río, vemos un corral, el corral de Villamor, que todavía hoy se utiliza, no para el ganado, si no para guardar tubos de riego y aperos agrícolas. Las jambas del portón de entrada superan el dintel y están rematadas con un adorno más o menos esférico soportado por sendos escudos. No deja de ser curioso. En el de la izquierda parece leerse AÑO DE 1897 y en el de la derecha, VILLAMOR, con otras letras que no distinguimos. Todo es posible en el campo castellano que aquí se nos ha abierto entre cerros y colinas.

Al fondo, un chopo que padece la sequía del Bajoz y el teso de Villamor, avanzadilla del páramo.

Chopo y teso

Os dejamos aquí, en wikiloc, el trayecto y continuaremos en la próxima entrada.

Autor: piscatorem

Los autores de este blog somos Federico Sanz (textos, fotos) y Óscar Domínguez (mapas, documentación). Tenemos escritos 7 libros de viajes y rutas, y un montón de artículos en diferentes revistas. Además, seguimos saliendo en bici todas las semanas. Si quieres, estas invitad@.

2 opiniones en “Manantiales y molinos que fueron en Mota del Marqués”

  1. Da entre pena y nostalgia ver tanto abandono. Por cierto, los viejos campos de fútbol en todos nuestros pueblos tanto abandonados como desaparecidos darían para otro tema, aparte de ser un reflejo casi tan claro como el cierre de los colegios de que ya no hay juventud en muchos pueblos.

    Un saludo.

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